Comentarios de la Escuela Sabática del Primer Trimestre 2017 “El Espíritu Santo y la Espiritualidad” por el Pr. Alejandro Bullón


“EL ESPÍRITU SANTO Y LA ESPIRITUALIDAD”



Muchos de nosotros hemos escuchado las palabras “Te bautizo en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo”. Y, si somos bautizados, seguramente las escuchamos justo antes de que el ministro nos sumergiera en el agua (ver Mat. 28:19). Bautizados “en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo”. Sí, el Espíritu Santo es mencionado allí mismo, junto con el Padre y el Hijo.

Y no es de extrañar. La creencia fundamental número cinco de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, “El Espíritu Santo”, dice: “Dios el Espíritu eterno desempeñó una parte activa, con el Padre y el Hijo, en la Creación, en la Encarnación y en la Redención. Es una persona, de la misma manera que lo son el Padre y el Hijo. Inspiró a los autores de las Escrituras. Infundió poder a la vida de Cristo. Atrae y convence a los seres humanos, y renueva a los que responden y los transforma a la imagen de Dios. Enviado por el Padre y por el Hijo para estar siempre con sus hijos, concede dones espirituales a la iglesia, la capacita para dar testimonio en favor de Cristo y, en armonía con las Escrituras, la guía a toda la verdad”.

Sin embargo, cuando leemos la Biblia, especialmente el Antiguo Testamento, vemos la actividad y la obra directa de Dios el Padre. Sus acciones se encuentran por doquier. En el Nuevo Testamento, especialmente en los evangelios, leemos vez tras vez acerca de la obra y la actividad de Jesús, el Hijo. Jesús (su vida, muerte y ministerio en el cielo) domina el Nuevo Testamento.

En contraste con la actividad tanto del Padre como del Hijo, la obra del Espíritu Santo no está plasmada tan abiertamente en ninguno de los dos Testamentos.

Pero, hay una razón para este contraste: el Espíritu Santo no busca ser el centro de atención. Su papel se encuentra más bien tras bambalinas. El Padre y el Hijo son revelados de forma más directa en la Palabra. Y eso se debe a que el Espíritu Santo está allí para señalarnos, no hacia él mismo, sino hacia Jesús y lo que él ha hecho por nosotros.

Al estudiar la obra del Espíritu, veremos cuán central es para nuestra experiencia cristiana. El Espíritu Santo, siendo Dios él mismo, conoce a la Deidad como ninguna persona puede hacerlo, de modo que puede revelarnos a Dios de una manera confiable y fidedigna. El Espíritu Santo inspiró, primeramente, a los escritores de la Biblia; y hoy nos guía en nuestro estudio de lo que él inspiró para que estos escritores comunicaran. El Espíritu Santo nos da la seguridad de nuestra salvación por medio de Jesucristo (Rom. 8:16), y nos presenta evidencias de la obra de Dios en nosotros (1 Juan 3:24). El Espíritu Santo también nos limpia de pecado y nos santifica: “Ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios” (1 Cor. 6:11). El Espíritu genera en nosotros un crecimiento en la gracia a lo largo de toda la vida, produciendo en nosotros el fruto del Espíritu: “amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza” (Gál. 5:22, 23).

“El Espíritu iba a ser dado como agente regenerador, y sin esto el sacrificio de Cristo habría sido inútil. El poder del mal se había estado fortaleciendo durante siglos, y la sumisión de los hombres a este cautiverio satánico era asombrosa. El pecado podía ser resistido y vencido únicamente por la poderosa intervención de la tercera Persona de la Deidad, que iba a venir no con energía modificada, sino en la plenitud del poder divino. El Espíritu es el que hace eficaz lo que ha sido realizado por el Redentor del mundo” (DTG 625; énfasis añadido).

Debido a su papel crucial en la vida de los creyentes, el estudio de este trimestre nos ayudará a comprender mejor el inmenso don que tenemos en el Espíritu Santo. Frank M. Hasel, Ph.D., es decano del Departamento de Teología en el Seminario Bogenhofen, en Austria, Europa, donde también sirve como director del Centro de Estudios de Elena G. de White. Su esposa falleció de cáncer en 2009; y desde entonces ha aprendido a confiar en la bondad de Dios de nuevas maneras cada día, y experimenta el consuelo, la paz y el poder transformador del Espíritu Santo en su vida.


Lección de Escuela Sabática para adultos del 1er Trimestre 2017 en MP3 y PDF.


Lecciones
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01. El Espíritu y la Palabra.
07 de Enero.
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02. El Espíritu Santo: Obrando tras bambalinas.14 de Enero.EscucharDescargar
03. La divinidad del Espíritu Santo.
21 de Enero.EscucharDescargar
04. La personalidad del Espíritu Santo.28 de Enero.EscucharDescargar
05. El bautismo y derramamiento del Espíritu Santo.04 de Febrero.EscucharDescargar
06. El Espíritu Santo y una vida santa.11 de Febrero.EscucharDescargar
07. El Espíritu Santo y el fruto del Espíritu.18 de Febrero.EscucharDescargar
08. El Espíritu Santo y los dones del Espíritu.25 de Febrero.EscucharDescargar
09. El Espíritu Santo y la iglesia.04 de Marzo.EscucharDescargar
10. El Espíritu Santo, la Palabra y la oración.11 de Marzo.EscucharDescargar
11. Entristecer y resistir al Espíritu.18 de Marzo.EscucharDescargar
12. La obra del Espíritu Santo.25 de Marzo.EscucharDescargar